martes, 18 de septiembre de 2007

antropología digital

En un intento exploratorio... internándome en la caracterización de las nuevas relaciones que el escenario sociocultural nos presenta las cuestiones que trataré de responder son:
  1. ¿Podemos conocer desde nosotros mismos y desde cada uno?
  2. ¿En qué cambia este problema la Red de máquinas inteligentes?
  3. ¿Qué papel juegan la interacción y las redes vinculares en la organización de los sistemas y en la producción de conocimiento?
  4. ¿Qué papel tienen lo emocional y lo argumental en la sociedad digitalizada?

Las tres primeras preguntas se relacionan (para mi) con el concepto de "comunidades virtuales", entendido como "espacios de intercambio comunicativo entre colectivos con un interés común y que empiezan a mostrar características propias de comunidades sociales, y de la forma en que estas modalidades comunicativas permiten el desarrollo de espacios de relación social que promuevan el aprendizaje interactivo, entre profesor y alumno, en grupo o el aprendizaje colaborativo, junto la distribución de recursos y materiales didácticos” (PEREZ I GARCIAS, Aldofina: Nuevas estrategias didácticas en entornos digitales para la enseñanza superior. Documento electrónico disponibe: http://gte.uib.es/publicacions/articulos/fina/Estrategias.pdf [consulta 15/08/07]). Lo mismo que la autora señala para los ámbitos educativos sería aplicable a otras "comunidades" que mediante el uso de la "comunicación" (entendida según Beatson: ver post anterior a éste) desarrollan procesos que les permite llegar a los objetivos propuestos.

En particular, el desarrollo teórico que surge alrededor de la definición de las comunidades de prácticas virtuales, nos aporta otro elemento interesante para tratar de responder nuestras preguntas. Entendiendo que una comunidad de práctica es “un grupo de personas que comparten una preocupación, un conjunto de problemas o un interés común acerca de un tema, y que profundizan su conocimiento y pericia en esta área a través de una interacción continuada”. Para que una comunidad de práctica se caracterice como tal es necesario alcanzar que sus miembros asuman la importancia de, según Wenger (1998): el compromiso mutuo, la empresa conjunta y el repertorio compartido. (SANZ MARTOS, Sandra (2005). «Comunidades de práctica virtuales: acceso y uso de contenidos». En: LARA NAVARRA, Pablo (coord.). Uso de contenidos digitales: tecnologías de la información, sociedad del conocimiento y universidad [monográfico en línea]. Revista de Universidad y Sociedad del Conocimiento (RUSC) (Vol. 2, Nº 2). UOC. [Fecha de consulta: 15/03/07]).

En este sentido, la conformación y desarrollo de estas nuevas colectividades sociales, que además, su comunicación se encuentra mediada tecnológicamente nos llevaría a tratar de comprender nuevas organizaciones sociales que más allá de sus contenidos se definen por su forma: la RED.

Continuará...

Apuntes: pautas que conectan...

Entonces la comunicación para Bateson (y para nosotros) es un conjunto que incluye a todos los procesos a través de los cuales la gente se influye mutuamente: un más allá del cuerpo que traspasa el perímetro biológico mediante extensiones de la mente, que en su alcance comunicativo, mediante los efectos de esas extensiones y de sus trazas informativas, se convierten en puntales y vigas de cohesión psicológica y social, de interacción, identidad y pertenencia a un contexto dado. (...)
Al mismo tiempo que percibimos esta doble extensión/penetración de la mente relacional, descubrimos también como ese colectivo reticular (red) de medios y mediaciones se cuela en nuestra biología y mediante diferentes "ondas" de transmisión -como el sonido de la voz, la luz reflejada en el papel impreso y los electrones de los bits- internalizan esa mente, mixturándonos, integrándonos en colectivos de seres humanos y máquinas. Pero también expusimos que la mente aparecía ahí, en la acción del pensar, del fluir entre, del entrarle a los objetos. Entonces esta es otra de las “banderitas” con la que señalaremos el itinerario del viaje: la atribución de sentido como modo de edificación, de construcción inventiva de la realidad. (...)

Según Alejandro Piscitelli cuestiones que no podemos soslayar:
“La Web se ha convertido en un ecosistema informacional gigantesco, que puede ser utilizado como laboratorio físico (y metafísico) para testear el comportamiento humano y la interacción social…y aunque la red exhibe regularidades y patrones, y si bien los buscadores son ciegos a una parte significativa de la misma, ello no impide imaginar usos más inteligentes.”
Hacia allá vamos y, una advertencia, probablemente seremos nosotros los ratoncitos de nuestro propio laboratorio. Por otra parte, este filósofo postula cuatro principios fundamentales para comprender la dinámica de la Red, que invitamos a compartir y explorar:
1) Es una red libre de escala (scale free network), lo cual implica el reconocimiento de su carácter exponencial y autoevolutivo. La Web no crece en forma aleatoria.
2) Pone en juego la conexión preferencial (preferential attachment) donde lo que importa no es el largo del cable sino el ancho de banda, es decir, el router más rico en bits. Esto implica que los nodos más ricos serán los que más conexiones atraigan (the winner takes all).
3) Pero a pesar de lo dicho en el punto 2), la dependencia de la distancia también importa. Existen siempre más routers cerca de donde más demanda hay de ellos -contemplando una inversión verdaderamente económica en fibra óptica-.
4) Por último -pero no menos importante- la Red muestra una estructura fractal subyacente. Se trata de los objetos autosimilares provenientes de la geometría fractal de Mandelbroit, hechos Red.
La conclusión que se desprende de estos cuatro principios es que si alguna de estas características intrínsecas a la Web fallara, la Red podría colapsar. Para sorpresa de muchos, las cuatro dimensiones antes desarrolladas trabajan juntas entre sí eliminando cualquier tipo de inestabilidad y haciendo posible la dinámica de la Red. (...)